Tanto
tiempo como llevamos en este blog hablando de tartas y pasteles en Illescas y, hasta el momento no habíamos hecho
la más mínima mención a una de esas ocasiones y momentos especiales en los que
una tarta tiene un protagonismo especial como es en una boda. De modo que, para
empezar por el principio, vamos a hablar de la historia y la evolución de las
tartas nupciales.
Para la mayoría de los historiadores, el origen de la tarta nupcial se remonta
hasta los tiempos de la expansión romana. En
aquella época, la costumbre exigía que el novio rompiera sobre la cabeza de la
novia una torta de trigo preparada especialmente para la ceremonia, era un
ritual que buscaba el amparo de la fortuna para el matrimonio. Los invitados,
deseosos de compartir la fortuna de la pareja, se apresuraban a recoger las
migajas para comérselas.
La costumbre fue evolucionando y ya en la edad media eran los invitados al
banquete los que llevaban sus tartas, la mayoría de ellas dulces, pero también
las había saladas. Las tartas se iban apilando unas encima de otras de modo
que, cuanto mayor era el número de invitados, la tarta era más alta.
Probablemente de aquí es de donde derivó la costumbre actual de que las tartas
nupciales más tradicionales tengan varios pisos.
Nuestra experiencia en la elaboración de tartas
y pasteles en Illescas
nos dice que no se puede hablar de una variedad de tarta que sea típica de una
boda sino que su elección, generalmente, suele estar condicionada por los
gustos de los contrayentes aunque, lo más habitual es que sea la novia quien la
elija.
Si quieres probar auténticos dulces y tartas artesanales, ven a conocer la Pastelería Díaz - Miguel.
Cuándo comenzó la tradición de la tarta nupcial
31/08/201731 de Agosto de 2017
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